Semana 4
CARACTERÍSTICAS ESTRUCTURALES
3.3.4.1 Límites
Los límites son las fronteras que enmarcan a un
sistema y lo separan del mundo exterior (los límites pueden ser físicos, como
también jurídicos o mentales). Los límites los fija la entrada y la salida del
sistema. La fijación de los límites es un punto clave en el enfoque sistémico,
pues delimita el campo de estudio. Tomemos como ejemplo el sistema
"bicicleta", si lo que nos interesa es su funcionamiento desde el punto
de vista mecánico, centraremos nuestro análisis en la bicicleta en sí, pero si
nos interesa la bicicleta como medio de transporte tenemos que ampliar el
límite y tener en cuenta el suelo sobre el que se desplaza, pues sin la
fricción sobre el mismo no puede haber movimiento; como consecuencia no habría
desplazamiento del cuadro. En nuestro caso la ampliación de los límites del
sistema nos lleva a la necesidad de ir teniendo en cuenta muchas otras
variables: el hombre, la carretera, el tránsito, etc.
3.3.4.2 Depósitos
Los depósitos son lugares de almacenamiento de
materiales, energía, información, etc. Como ejemplos podemos mencionar:
contenedores de hidrocarburo, grasa del organismo, bibliotecas, memoria de
computadoras, filmes, etc.
3.3.4.3 Redes de comunicación
Las redes de comunicación son las que posibilitan las
relaciones e interacciones entre elementos y permiten los intercambios de
materia, energía e información dentro de un sistema y con otros sistemas. Las
redes de comunicación pueden ser físicas (redes eléctricas, carreteras,
canales, gasoductos, nervios, arterias, etc.) o mentales (órdenes).
CARACTERISTICAS
FUNCIONALES
3.3.4.4 Flujos
Se refiere a los procesos o fenómenos
dependientes del tiempo, tales como las transferencias e intercambios de energía,
y se expresan en cantidades por unidad de tiempo. Los flujos hacen subir o
bajar el nivel de los depósitos y circulan entre las redes de comunicación. Por
ejemplo, la cantidad de sangre que fluye en cada pulsación del corazón de un
mamífero y que se expresa en volumen por unidad de tiempo.
3.3.4.5 Elementos de control (válvulas)
Son los elementos que controlan la circulación
y el caudal del flujo. Los elementos de control transforman las informaciones
que reciben en acciones. Como ejemplo de elementos de control podemos
mencionar: una llave, una válvula hidráulica, una canilla, un interruptor, un
semáforo, el director de una empresa, etc.
Su representación simbólica suele tener el aspecto de
un grifo colocado en la línea de flujo.
3.3.4.6 Lazos
(o bucles) de realimentación (feed back)
Se entiende por realimentación el hecho de reinyectar
a la entrada de un sistema una parte (o una función) de la salida, por medio de
la señal de realimentación. La señal de realimentación es una información de
salida, que introducida a la entrada del sistema permite corregir errores en la
salida.
En un sistema se dice que hay realimentación (o
retroalimentación), en inglés "feed back", cuando, a través de un
circuito llamado lazo (o bucle) de realimentación, la salida actúa sobre la
entrada.
La re alimentación es un mecanismo de control que
poseen los sistemas para su correcto funcionamiento.
Existen dos tipos de realimentación: realimentación
positiva y realimentación negativa.
Hay realimentación positiva cuando un aumento de la
señal de realimentación provoca un aumento de la salida del sistema. La
realimentación positiva aumenta la divergencia y generalmente conduce a la
inestabilidad del sistema (bloqueo o destrucción).
Hay realimentación negativa cuando un aumento de la
señal de realimentación provoca una disminución de la salida del sistema. La
realimentación negativa favorece la convergencia hacia un fin, y conduce a la
estabilidad, en otras palabras tiende a mantener el equilibrio de los sistemas,
sean éstos artificiales (eléctricos, mecánicos, térmicos, etc.), o naturales
(homeostáticos, etc.).
La realimentación negativa es la base de la mayoría de
los sistemas automáticos de control (tanto los naturales como los artificiales)
que buscan la estabilidad del sistema que integran.
Casi todos los procesos biológicos incluyen la
realimentación, así como también está presente en muchos sistemas hechos por el
hombre; la realimentación en sistemas ingenieriles puede estar basada en
mecanismos eléctricos, electrónicos, mecánicos, hidráulicos, neumáticos o
químicos.
En general los sistemas tienden a mantenerse en
equilibrio (mecánico, térmico, homeostático, etc.), y para que este equilibrio
tenga lugar es necesario contar con mecanismos que permitan modificar su
comportamiento cuando los resultados se alejan de los valores esperados, los
lazos de realimentación negativa son, en estos casos, los mecanismos idóneos.
Por ejemplo: en un sistema cualquiera, frente a un aumento no deseado de la
salida, el lazo de realimentación negativa lleva a la entrada una señal que
tiende a disminuir la salida
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