lunes, 13 de mayo de 2013

Semana 4

CARACTERÍSTICAS ESTRUCTURALES

3.3.4.1 Límites
Los límites son las fronteras que enmarcan a un sistema y lo separan del mundo exterior (los límites pueden ser físicos, como también jurídicos o mentales). Los límites los fija la entrada y la salida del sistema. La fijación de los límites es un punto clave en el enfoque sistémico, pues delimita el campo de estudio. Tomemos como ejemplo el sistema "bicicleta", si lo que nos interesa es su funcionamiento desde el punto de vista mecánico, centraremos nuestro análisis en la bicicleta en sí, pero si nos interesa la bicicleta como medio de transporte tenemos que ampliar el límite y tener en cuenta el suelo sobre el que se desplaza, pues sin la fricción sobre el mismo no puede haber movimiento; como consecuencia no habría desplazamiento del cuadro. En nuestro caso la ampliación de los límites del sistema nos lleva a la necesidad de ir teniendo en cuenta muchas otras variables: el hombre, la carretera, el tránsito, etc.

3.3.4.2 Depósitos
Los depósitos son lugares de almacenamiento de materiales, energía, información, etc. Como ejemplos podemos mencionar: contenedores de hidrocarburo, grasa del organismo, bibliotecas, memoria de computadoras, filmes, etc.

3.3.4.3 Redes de comunicación
Las redes de comunicación son las que posibilitan las relaciones e interacciones entre elementos y permiten los intercambios de materia, energía e información dentro de un sistema y con otros sistemas. Las redes de comunicación pueden ser físicas (redes eléctricas, carreteras, canales, gasoductos, nervios, arterias, etc.) o mentales (órdenes).

CARACTERISTICAS FUNCIONALES
3.3.4.4 Flujos
 Se refiere a los procesos o fenómenos dependientes del tiempo, tales como las transferencias e intercambios de energía, y se expresan en cantidades por unidad de tiempo. Los flujos hacen subir o bajar el nivel de los depósitos y circulan entre las redes de comunicación. Por ejemplo, la cantidad de sangre que fluye en cada pulsación del corazón de un mamífero y que se expresa en volumen por unidad de tiempo. 

3.3.4.5 Elementos de control (válvulas)
Son los elementos que controlan la circulación y el caudal del flujo. Los elementos de control transforman las informaciones que reciben en acciones. Como ejemplo de elementos de control podemos mencionar: una llave, una válvula hidráulica, una canilla, un interruptor, un semáforo, el director de una empresa, etc.
Su representación simbólica suele tener el aspecto de un grifo colocado en la línea de flujo.


3.3.4.6 Lazos (o bucles) de realimentación (feed back)
Se entiende por realimentación el hecho de reinyectar a la entrada de un sistema una parte (o una función) de la salida, por medio de la señal de realimentación. La señal de realimentación es una información de salida, que introducida a la entrada del sistema permite corregir errores en la salida.
En un sistema se dice que hay realimentación (o retroalimentación), en inglés "feed back", cuando, a través de un circuito llamado lazo (o bucle) de realimentación, la salida actúa sobre la entrada.

La re alimentación es un mecanismo de control que poseen los sistemas para su correcto funcionamiento.
Existen dos tipos de realimentación: realimentación positiva y realimentación negativa.

Hay realimentación positiva cuando un aumento de la señal de realimentación provoca un aumento de la salida del sistema. La realimentación positiva aumenta la divergencia y generalmente conduce a la inestabilidad del sistema (bloqueo o destrucción).

Hay realimentación negativa cuando un aumento de la señal de realimentación provoca una disminución de la salida del sistema. La realimentación negativa favorece la convergencia hacia un fin, y conduce a la estabilidad, en otras palabras tiende a mantener el equilibrio de los sistemas, sean éstos artificiales (eléctricos, mecánicos, térmicos, etc.), o naturales (homeostáticos, etc.).

La realimentación negativa es la base de la mayoría de los sistemas automáticos de control (tanto los naturales como los artificiales) que buscan la estabilidad del sistema que integran.
Casi todos los procesos biológicos incluyen la realimentación, así como también está presente en muchos sistemas hechos por el hombre; la realimentación en sistemas ingenieriles puede estar basada en mecanismos eléctricos, electrónicos, mecánicos, hidráulicos, neumáticos o químicos.

En general los sistemas tienden a mantenerse en equilibrio (mecánico, térmico, homeostático, etc.), y para que este equilibrio tenga lugar es necesario contar con mecanismos que permitan modificar su comportamiento cuando los resultados se alejan de los valores esperados, los lazos de realimentación negativa son, en estos casos, los mecanismos idóneos. Por ejemplo: en un sistema cualquiera, frente a un aumento no deseado de la salida, el lazo de realimentación negativa lleva a la entrada una señal que tiende a disminuir la salida

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